En todos los grupos sociales la tarea de organizarse para buscar determinados objetivos plantea numerosos desafíos. Entre ellos, la capacidad de afrontar, negociar y solucionar los conflictos que surgen entre los asociados o con terceros de manera constructiva, por ejemplo, o el de enfocarse en las necesidades humanas menos problemáticas que consideran legitimas, pero que para otros no son prioritarias o urgentes. Enfrentar con éxito estos desafíos implica desarrollar nuevos saberes y destrezas, y atreverse a experimentar con iniciativas innovadoras. Seguramente, habrá muchos puntos de vista acerca de lo que significa “educación de calidad”.
Todos los procesos que necesitan de planeación y de acción colectiva presentan obstáculos que no necesariamente deben versen como un comienzo negativo o indeseable. Al contrario desde la conversión, el dialogo, la confrontación, el intercambio de pareceres o de múltiples puntos de vista, las ideas iníciales pueden ser mejoradas, complementadas, combinadas o descartadas con el propósito de reorientar y afinar los objetivos y las acciones para lograr mejores resultados.
Hemos visto que los diferentes escenarios de vida publica por ejemplo, la mejora de las instalaciones del colegio, la atención al paro de transportadores, el arreglo del parque principal dl municipio o la inversión en salud de la administración actual, involucran a diferentes actores e intereses y, por eso mismo, son fuente de conflictos en los que partes exponen públicamente sus respectivos argumentos. Muchas veces no siempre, porque a veces se centran en los ataques personales las pretensiones de las partes se fundamentan en indicadores.
Los medios de comunicación nos recuerdan constantemente que Colombia es, para algunos, un país del “tercer mundo”, para otros un país subdesarrollado. Lo que estas categorías miden, aunque diferentes orillas ideológicas, es el grado de desarrollo de nuestra economía, comparándolo con el grado de desarrollo de las economías de los países desarrollados o del primer mundo.
La noción de bienestar se desprende de las búsquedas individuales y estas se oponen en acción o se escenifican en los espacios de construcción colectiva. Bajo esta mirada, la idea de participar implica construir una sociedad en la que las decisiones estén cada vez mas cerca de las personas, de sus necesidades y anhelos. Por eso es importante reconocer las propias necesidades y al forma en que podríamos realizarlas y vivirlas satisfactoriamente, para luego involucrarnos en la disolución sobre la realización de las necesidades colectivas.
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